VIDEO: Las gramíneas, buena base para compostar

Las gramíneas, como el pennisetum, son una excelente materia orgánica para realizar compost o humus natural que podremos aprovechar como abono para nuestro jardín.

Sigue los consejos de Íñigo Segurola en Decogarden sobre cómo usar las gramíneas para hacer compost y cómo acelerar el proceso de descomposición.

VIDEO: http://bit.ly/gramineaCOMPOST

deco-19-febrer-2017

Compostaje: la importancia de la mezcla

Cuando compostamos, siempre hay que mezclar los restos que se depositan. No hay que hacer capas de materiales frescos y húmedos o capas de materiales secos intercaladas, es decir, tiene que verse todo bien mezclado. Esto no significa que sea necesario remover cada día, si no sólo cuando se deposita una cantidad significante de un mismo material, como por ejemplo el césped cortado o un montón de hojas secas. El  aireador es el mejor instrumento para remover. RESTES

Ahora bien, si lo que se desea es aproximarse a la perfección para conseguir un compost equilibrado y de calidad, conviene mezclar la misma cantidad de restos húmedos ricos en nitrógeno “verde” (restos de cocina, hojas verdes, césped recién cortado, plantas del huerto o jardín, etc.) que de restos secos ricos en carbono “marrón” (hojas secas, paja, serrín, ramas trituradas, piñas, etc.).

Pero debido a que la producción de unos restos determinados en una época del año u otra varía, no es necesario estar pendiente de mantener la proporción exacta. Eso sí, habrá que guardar hoja seca en un pequeño almacén o cajón cuando tengamos un exceso para cuando no tengamos (por ejemplo, en verano).

Si se depositan cada día pequeñas cantidades de materia orgánica, basta con mezclar los restos dentro del compostador una vez por semana y sólo por la capa superior donde se hayan depositado los últimos restos. Una buena forma de remover los restos podría ser, por ejemplo, con un aireador o bien con un horca para airear los restos.

Compostar: el ciclo del vida

copy-compostador-combox-face.jpgLa naturaleza nos muestra el ciclo de la vida año tras año. En todas las épocas del año y especialmente durante el otoño, las plantas dejan caer sus hojas, ramas, frutos, etc. al suelo, obteniendo como resultado una aportación en toneladas de materia orgánica en la base del bosque.

No obstante, estas toneladas de materia orgánica no se quedan ahí, ya que se puede ver como en poco tiempo desaparecen. La pregunta es ¿a dónde van?

La respuesta es muy sencilla, ya que toda una serie de condiciones climatológicas (sol, frío, viento, calor, etc.) y un gran número de organismos de todas las clases se encargan de llevar a cabo su descomposición y de devolver al suelo lo que los árboles han utilizado para nutrirse y formar sus frutos.

Este tipo de ciclo es lo que se llama ciclo cerrado, donde todo material utilizado vuelve a su punto de partida después de realizar la función por el que fue obtenido. No obstante, la sociedad humana utiliza en este caso el proceso contrario, convirtiendo en residuo todos los recursos que utiliza para vivir y crecer.

Así pues, haciendo compost convertiremos los restos de comida que produzcamos en un material apto para volver al suelo, de donde ha salido, contribuyendo de esa forma al ciclo cerrado de la vida, que a veces tanto nos empeñamos en romper.

Más información sobre el compostaje en compostadores.com